¿Alguna vez has deseado tener unas horas adicionales en tu día? ¿Por qué es que algunas personas parecen tener todo hecho sin esfuerzo y otros sienten que el tiempo constantemente se les escapa? El secreto para gestionar bien el tiempo no está en trabajar más horas. Se trata de dar prioridad a las cosas importantes y aprender a usar el tiempo que tienes de manera más eficiente.
A algunos de nosotros, por naturaleza, nos gusta organizar y terminar nuestras tareas antes de relajarnos, mientras que otros preferimos distraernos primero y trabajar más tarde. Es importante reconocer primero qué tipo eres y si tu estilo te está permitiendo tener la vida que realmente quieres. Tal vez eres súper organizado en el trabajo, pero no sabes cómo buscar tiempo para ti. O quizás eres, naturalmente, una persona menos organizada que sabe cómo relajarse, pero no estás satisfecho porque no estás cumpliendo con tus metas y sueños.
En lugar de etiquetarte o castigarte, piensa en que la gestión del tiempo es un área de tu vida que puedes fortalecer. Como un nuevo músculo, se necesita práctica y repetición para hacerlo más fuerte. Para ayudarte a empezar, aquí tienes algunos pasos para administrar tus días en el trabajo y en casa. Prueba de arrancar con uno o dos que te llamen la atención:
- Asigna tiempo para la planificación y organización.
- Crea una lista de tareas pendientes que sean realistas, no intimidantes. Utiliza sólo una lista de tareas pendientes.
- Reserva tiempo para lo inesperado y para interrupciones. Al estimar cuánto tiempo te tomará algo, añádele una tercera parte de ese tiempo.
- Programa tu tiempo reduciendo las interrupciones que disminuyen tu productividad.
- Elimina las tareas triviales.
- Dale prioridad a lo que es más importante y haz eso primero.
- Ten en cuenta tu horario de máxima eficiencia: ¿A qué hora del día trabajas mejor? Planea hacer tu trabajo más importante en ese momento.
- Si dices que sí a todo lo que viene, aprender a decir que no.
- Pide ayuda y delega.
- Al finalizar el día escribe tu lista de tareas para el día siguiente, para que esté fuera de tu cerebro y en un pedazo de papel. Termina tu día de trabajo con la cabeza clara y un escritorio limpio.
- Felicítate todos los días por todo lo que has logrado.
También revisa los dos mayores obstáculos en el uso efectivo del tiempo: procrastinar y la falta de propósito. Por lo general, aplazamos cuando una tarea parece demasiado desalentadora, demasiado grande o demasiado compleja, o cuando sentimos que no vamos a ser capaces de manejar la situación. Cuando te veas en esa posición: divide la tarea en pasos de acción más pequeños y empieza con el primero. También a menudo “flojeamos” o usamos nuestro tiempo de manera ineficiente, porque estamos aburridos, sin inspiración y nos falta compromiso. Las personas más efectivas te dirán que les encanta lo que hacen y están alineados con un propósito mayor. Cuando se trata de la gestión de tu tiempo, es posible que tengas que hacerte las preguntas más grandes, «¿Estoy haciendo lo que me gusta hacer? ¿Estoy haciendo algo significativo para mí?».
Alimento clave: Las verduras de raíz
Las raíces de cualquier planta son su anclaje y cimiento, son las partes esenciales que apoyan y nutren la planta. Las hortalizas de raíz nos procuran estas propiedades cuando las comemos, haciéndonos sentir física y mentalmente conectados a tierra y arraigados, aumentando nuestra estabilidad, vigor y resistencia. Las raíces son una rica y nutritiva fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan una fuente constante de azúcares necesarios para el cuerpo. En lugar de alterar los niveles de azúcar en la sangre como los alimentos dulces refinados, las verduras de raíz los regulan. Como absorben, asimilan y suministran nutrientes vitales a las plantas, las raíces del mismo modo aumentan la absorción y asimilación en nuestro tracto digestivo.
Raíces largas, como la bardana, zanahoria, nabos y rábano daikon, son excelentes purificadores de la sangre y pueden ayudar a mejorar la circulación en el cuerpo y aumentar la claridad mental. Raíces redondas, como nabo, rábano, remolacha y rutabaga, son nutritivas para el estómago, el bazo, el páncreas y los órganos reproductivos y pueden ayudar a regular el azúcar en la sangre y los estados de ánimo y aliviar la ansiedad.
Receta del Mes: Raíces asadas
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo de cocción: 25-35 minutos
Rendimiento: 4-6 porciones
Ingredientes:
1 batata o camote
2 chirivías o remolachas
2 zanahorias
2 nabos pequeños
1 rábano daikon (o sustituto de tu selección, como calabaza)
Aceite de oliva
Sal marina y pimentón español (paprika)
Hierbas: romero, tomillo o salvia (fresco si es posible)
Preparación:
- Precalienta el horno a 375 grados.
- Lava y corta todas las verduras en trozos pequeños.
- Coloca en una fuente de horno de mediana profundidad.
- Rocía con aceite de oliva, coco o ghee: mezcla bien para cubrir cada una de las verduras.
- Espolvorea con sal, paprika y hierbas.
- Hornea sin cubrir durante 25-35 minutos hasta que los vegetales estén tiernos y dorados, comprobando cada 10 minutos para remover y asegurarte que las verduras no se peguen.
Nota: Cualquier combinación de verduras funcionará. Asar sólo un tipo de verdura también es delicioso.
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Rosina Albano
Coach de Nutrición y Salud Holística
Facebook: Rosina Albano Health Coach
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